lunes, 26 de marzo de 2012

Principios y Valores


CASO AEROCÓNDOR

 En 1982 la Superintendencia de Sociedades estableció que la deuda de Aerocóndor ascendía a 4.556 millones de pesos, de los cuales más de 500 millones corresponden a deudas con los trabajadores, 574 millones se le debían al Fondo de Promoción  de Exportaciones (Proexpo), 53 millones al Departamento Administrativo de Aeronáutica Civil (Aerocivil) y 20 millones de aportes no pagados al Instituto de Seguros Sociales (ISS). También se debían más de 1.000 millones a los bancos Lyonnais de Francia y Dresdner Bank, de Alemania. El crédito con esos bancos correspondía a la adquisición en leasing del Airbus A300.

  Tres años después de la finalización de operaciones, abandonada por los liquidadores en concordato y sin ninguna posibilidad de recuperación, Aerocóndor fue declarada en quiebra el 10 de diciembre de 1983 por un juez civil. Finalizó así la historia de una de las mejores compañías de aviación en Colombia,  gracias a sus favorables tarifas su excelente servicio y su cumplimiento en los itinerarios.

Seis de los ocho aviones terminaron en las instalaciones de Aerocóndor en Barranquilla, permanecieron allí durante diez años y poco a poco fueron desvalijados,  hasta cuando fueron desguazados totalmente.

Hoy, 31 años después de la quiebra y cese de operaciones, se les debe a 1371 empleados de Aerocóndor las cesantías, vacaciones, prestaciones sociales, primas y las tres últimas quincenas. Las acreencias laborales ascienden a 24 mil millones de pesos. La de Aerocóndor ha sido una de las quiebras más largas en la historia de una compañía en Colombia, y todavía los ex trabajadores que están con vida y los familiares de los que ya fallecieron abrigan la esperanza de que se falle la liquidación. Este proceso todavía tiene vigencia jurídica y de él han estado a cargo por más de 25 años el juez primero civil del circuito de Barranquilla Luis Donado Orellana y la síndica Luz Marina Vargas de Agudelo, sin dar alguna solución.